OTRA LLUVIA

Acudo al terminal a tomar el bus. Al llegar en el taxi, aguardo en el asiento trasero del automóvil, sin un paraguas a mano, mientras la lluvia persiste. Han pasado ya diez minutos y el aguacero parece intensificarse con cada segundo que transcurre, golpeando implacablemente el cristal. Observo a varias personas a lo lejos, todas en la misma espera impaciente de que la lluvia amaine. El cielo se ha oscurecido, envuelto en una atmósfera sombría.

Finalmente, cansado de la espera, decido salir del vehículo para buscar resguardo. Pero apenas doy unos pasos, la lluvia cesa abruptamente. El cielo se aclara y apenas unas pocas gotas alcanzan a mojarme. No puedo evitar sonreír mientras contemplo el cielo despejado.

PENSAMIENTOS

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Una formidable y bella mariposa ajedrezada en albo y azabache, encantada por la luminaria de la pira, fue a descansar en la punta del tallo con la que jugaba el Maestro. Y Jesús, apuntando al hermosísimo ejemplar, manifestó así:

—Dime, idolatrado mensajero, opinas que esa entidad está en circunstancias de percibir que un Dios, su Dios, ¿la está sosteniendo?

—No, Señor. Hay una descomunal dimensión …

Entonces, agitando el madero, la mandó a remontarse. —Tú lo has sentenciado. Hay demasiada distancia… Pues bien, la que ahora te separa del Padre es infinitamente mayor… Si un mortal fuera trasladado, tras la muerte, ante la figura del Padre, en verdad te digo que reaccionaría como esa mariposa. No estaría al corriente, no tendría cognición de dónde está ni de quién lo sustenta…

Y añadió feliz. — Espléndidamente, vosotros sois mucho más que una mariposa. Y podéis estar firmes de lo que asevero: llegará el día, cuando hayáis desarrollado espiritualmente, cuando hayáis adelantado, que veréis al Dios Supremo y vislumbraréis.

Tomado de: Caballo de Troya 6.

UNAS POCAS SEMANAS

mi angelito — Te imaginé… por unas pocas semanas…

 

Por estas pocas semanas te tuve para mí.

Ya presentía desde antes tu vida.

Y en un muy corto tiempo todo ha cambiado tan profundamente.

En estas pocas semanas … Llegué a conocerte … y amarte.

Viniste a confiar en mí tu vida.

¡Oh, qué vida había planeado para ti!

Solo en estas pocas semanas.

Cuando te perdí, perdí toda una vida de esperanzas.

Planes, sueños y aspiraciones …

Un pedazo de mi futuro simplemente desapareció de la noche a la mañana.

Solo en estas pocas semanas.

No fue suficiente para convencer a otros, lo especial e importante que fuiste.

Qué extraño, una persona verdaderamente única murió hoy.

Y nadie está de luto por tu partida.

Solo unas pocas semanas

Ninguna persona «normal» llorará en la noche por este pequeño bebé que no crecerá.

O se deprimirá y se retirará después de un día sin fin.

Nadie lo hará, entonces ¿por qué estoy aquí?

Sólo en estas pocas semanas

Entraste y saliste de mi vida demasiado rápido.

Era todo el tiempo que necesitabas

para hacer de mi vida mucha más rica

y darme un pequeño vistazo de la eternidad.

 

Poema de Susan Erlin.  http://www.huttmaternity.org.nz/

ABEL Y CAÍN

CAIN Y ABEL

 

Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel. Caminaban por el desierto y se reconocieron desde lejos, porque los dos eran muy altos. Los hermanos se sentaron en la tierra, hicieron un fuego y comieron. Guardaban silencio, a la manera de la gente cansada cuando declina el día. En el cielo asomaba alguna estrella, que aún no había recibido su nombre. A la luz de las llamas, Caín advirtió en la frente de Abel la marca de la piedra y dejó caer el pan que estaba por llevarse a la boca y pidió que le fuera perdonado su crimen.

Abel contestó:

—¿Tú me has matado o yo te he matado? Ya no recuerdo; aquí estamos juntos como antes.

—Ahora sé que en verdad me has perdonado —dijo Caín—, porque olvidar es perdonar. Yo trataré también de olvidar.

Abel dijo despacio:

—Así es. Mientras dura el remordimiento dura la culpa.

FIN

 

[Minicuento – Texto completo.]

Jorge Luis Borges

 

                                          https://ciudadseva.com/texto/abel-y-cain-borges/

https://es.wikipedia.org/wiki/Abel

 

EL PRINCIPITO, EL ZORRO Y LA ROSA

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Lo esencial es invisible a los ojos…

…Dijo el zorro: Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto. El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:

—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa… Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:

—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué… y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.

Y volvió con el zorro. —Adiós —le dijo.

—Adiós —dijo el zorro—.

He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos… Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella…. Tú eres responsable de tu rosa… —Yo soy responsable de mi rosa… —repitió el principito a fin de recordarlo.

Antoine de Saint-Exupéry – EL PRINCIPITO. Extracto. Texto de dominio público.-

 

Frente a mi

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Frente a mi ella se desnuda con delicadeza. Sonríe mientras admiro todo su hermoso cuerpo. Entonces recuerdo que ella me trajo aquí. Que sus emociones, sus deseos, sus pensamientos me trasladaron a este lugar. Entonces recuerdo sus palabras. Sus palabras de cariño al decirme «amor» y corresponderle con un «te amo».

Recuesta su cabeza sobre mi pecho. Me pregunta si continuo enojado. Es tanto el tiempo que ha pasado. Tantos los sucesos que nos separaron. Siempre oraré por su bienestar. Siempre responderé a su llamado. La miraré fijamente a los ojos, como lo hago ahora, admiraré ese bello rostro y esa faz de amor. Para qué decirnos palabras, si con nuestros ojos lo decimos.

Si un día te preguntas por qué seguimos juntos… pregúntate por qué me sigues amando.

LA MUERTE NO EXISTE

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Está vivo.

Despierto de un sueño que dificilmente puedo recordar. El padre de una buena compañera ha fallecido. Mientras viajo me pregunto si la muerte es el final de todo; si hay algo más después de esta vida. Un querido amigo me decía que seguimos vivos. Las señales o casualidades son la forma de expresión de esa otra «vida». Mi mente lógica no creía en esas esperanzas. Pero decidí intentar.

Así que solicité una señal. Si el Señor V. está vivo, házmelo saber. Una señal de cualquier tipo. Una señal que sólo yo entendería, no quisé especificarla. Mientras viajo, el ruido del motor del autobús y la música estridente invaden a momentos mis pensamientos, ahuyentados por la hermosa vista de una blanca luna sobre un despejado cielo azul. De repente entre tanto bullicio escucho una canción; y entre tantas palabras atino a escuchar cuatro vocablos que me dejaron perplejo: LA MUERTE NO EXISTE.

Cuando aprenderé. Son muchas ya, las señales o «casualidades» que Dios proporciona todos los días. Al menos ellas han llevado a este humano a lugares que nunca pensó habitar. Más asombrado quedé mientras leía las condolencias y mensajes de muchos amigos. La segunda señal: el segundo de los doce mensajes contenía una frase que captó mi atención. Afirmó una realidad que todos disfrutaremos.

 

¿SOÑANDO?

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¿Sólo un sueño…?

En medio de la penumbra sobre la cama, mirando hacia el cielo raso, ella a mi lado derecho se encuentra. Se voltea hacia mi dirección y nuestras miradas se entrecruzan. Poco a poco se acerca, cierra los ojos y coloca su cabeza junto a mi hombro. No puedo dejar de pensar en lo mucho que la quiero, al mismo tiempo que beso delicadamente su frente. Puedo sentirla tan cerca como aquellos años adorados.

Quiere alejarse, pero la sostengo con mi brazo por su cintura y la miro directo a los ojos; puedo decirle a viva voz, que la quiero. Me besa en los labios… y por primera vez menciona aquellas palabras que tanto había querido escuchar: Te quiero…

La tristeza es una gran musa para escribir, pero ahora no puedo; por primera vez en mucho tiempo, soy feliz… mas ¿¿¿era sólo un sueño…???

LA CHICA DEL BAR

 

una bebida especial...
una bebida especial…

Acudo todos los días por una copa en este bar lleno de gente que mira indiferente hacia su futuro sin saber que el presente hay que vivirlo. Me ofrece una copa de entrada y me pregunta si desea algo más. Por el momento solo tomo mi copa y le pregunto acerca de su vida. Viene de fuera de la ciudad, estudia en las noches, vive con su hermano, a quien tiene que mantener pues sus papás viven lejos. Toca trabajar – me dice – pues los estudios no perdonan, y más los alimentos. Es soltera y no tiene hijos – aunque no le había preguntado eso – pero anda muy ocupada y preocupada con sus estudios y tareas. Que no hay tiempo de salir a divertirse pues lo que avanza a vender es lo que gana, y si no hay trabajo, no hay paga.

Le pido una bebida especial de la casa con todo. Me pregunta sobre mi vida. Dudo a momentos creo que no es el mejor momento de interrelacionarme nuevamente – pero si no es ahora, cuando- así que trato de desviar un poco el tema diciéndole que tampoco soy de la ciudad, que por mis estudios me mantienen en este lugar alejado de todos mis amigos y familiares. Entonces con su sonrisa para el cliente me sirve el trago especial. De sorbo en sorbo puedo sentir sus efectos y la paz que tal vez Noé sintió al beber por primera vez el fruto de un nuevo mundo. Pago la cuenta y le prometo que vendré a seguir charlando. Que en medio de este desierto ella se ha convertido en el pequeño oasis que calma mi sed.